sábado, 27 de noviembre de 2010

Arcade Fire - The Suburbs



Por alguna razón cada disco de Arcade Fire emite una sensación distinta a través de su duración. Si en Funeral era la catarsis y en Neon Bible era la injusticia, lo que caracteriza a The Suburbs es la nostalgia. No sé si es posible relacionarse personalmente con todo lo que Arcade Fire transmite en este disco, ya que el concepto de suburbios en Canada es un poco distinto al chileno (a no ser que todos vivieramos en San Carlos, y aun así se me ocurren cien diferencias). Pero ahí está el poder de su música, lo que los hace tan populares y transcendentales. Sus canciones están tan bien compuestas y arregladas y son tan pegotes que Win Butler y co. podrían vendernos lo que quisieran. Esto no es algo malo, es probablemente a lo que la mayoría de los músicos aspiran y es sorprendente como Arcade Fire lo logra con tanta facilidad.

The Suburbs parte con la canción del mismo nombre, donde Win Butler relata como no puede creer que esté dejando atras ese sentimiento de juventud y libertad que es lo que representa la vida en los suburbios. Este sentimiento se repite durante todo el disco; el cual no sólo habla de esos días de gloria melancólicamente ("City With No Children", "Suburban War", "Wasted Hours") sino que también habla sobre madurar y crecer y poder dejarlos atras ("Ready To Start"). Pero esta nostalgia no viene sólo del hecho de crecer, también funciona como una crítica a la modernización, la urbanización, la perdida de la inocencia y los nuevos hábitos adolescentes. A través de las canciones podemos encontrar lamentos por la alienación producida por la tecnología ("Deep Blue"), el cambio en las costumbres producida por ésta ("We Used To Wait") y ese esnobismo que inunda a algunos adolescentes que pretenden ser alternativos ("Rococo").Cualquier persona joven o adulta puede relacionarse con alguna de estas canciones, son temas universales a pesar de venir de otra cultura.

Pero el éxtio más grande del disco es retratar ese miedo que todos tenemos dentro, el de la urbanización extrema que elimina las fronteras entre una ciudad y otra, que se da en el climax del album, en una de las mejores canciones de Arcade Fire hasta la fecha: "Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)" cantada por Régine Chassagne delante de un ritmo disco que recuerda a "Heart Of Glass" de Blondie.    

Musicalmente The Suburbs no se distancia mucho del sonido de los otros discos: siguen habiendo coros de estadio, baterias disco y melodías pegotes; pero hay una nueva refinación que recuerda a Bruce Springsteen y a Neil Young, aparte de algunos arreglos electrónicos estilo Depeche Mode. No sé si el propósito de Arcade Fire es llenar estadios como U2 (a veces sus canciones dan a entender que es así) pero mientras lo sigan haciendo con la calidad y sentimiento que lo han hecho hasta ahora, los fanáticos de la música podemos seguir felices.

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